En esta vida super acelerada que vivimos todos e inundados cada vez más por la tecnología, el celular se ha vuelto de algún manera indispensable para estar conectados con las diferentes ocupaciones diarias, trabajo, casa, amigos, óseo, vida nocturna y más.
Lo llevamos a todos lados, entramos en pánico cuando no podemos encontrarlo. Estamos constantemente controlándolo y nos desesperamos para cargarlo cundo se está quedando sin batería.
Pero lo que nadie dice es que ciertos celulares emiten mayores ondas radiactivas electromagnéticas lo que podría provocarnos en un futuro no lejano, un cáncer.
Acerca de la radiación electromagnética
La radiación se incrementa durante las llamadas telefónicas activas, aunque la exposición continúa mucho después.
Hay dos tipos de radiación electromagnética
- Ionizante – de alta frecuencia y alta energía (rayos X, rayos cósmicos, etc.)
- No ionizante – baja frecuencia y baja energía (frecuencia por ondas de radio, frecuencia de ondas de energía, etc.)
Los teléfonos móviles transmiten una forma de radiación no ionizante desde sus antenas. Gracias a esta transmisión se producen las llamadas inalámbricas y las conexiones WiFi. Los tejidos del cuerpo que están cerca absorben esta energía.
Algunos antecedentes
En 2009 fue publicado un estudio que medía la densidad del hueso pélvico en 150 hombres, todos los cuales habían llevado sus teléfonos sujetos a su cinturón durante 15 horas al día durante unos seis años.
Los científicos descubrieron que la densidad mineral ósea se había reducido en el lado de la pelvis en la que se llevaba el teléfono.
Hubo un caso de una mujer, sin predisposición para el cáncer, que se convirtió en víctima de cáncer de mama multifocal. Sus especialistas en cáncer conectaron los puntos, y el patrón y la distribución de las células cancerosas describieron la forma de su teléfono celular. Esto parecía bastante peculiar; entonces la mujer explicó que ella estuvo metiendo continuamente su teléfono en su sostén (corpiño).
¿Qué se está haciendo a modo prevención?
Un grupo de científicos internacionales han hecho un llamamiento a las Naciones Unidas, citando resultados de las investigaciones relativas, pidiendo iniciativas adicionales para protegernos frente a los CEM, la exposición a campos electromagnéticos.
La FCC ha creado directrices para medir la radiación en el tejido mediante el uso de la tasa de absorción específica (SAR). El SAR establece un máximo legal de la radiación del teléfono en 1,6 vatios de energía absorbida por kilogramo de masa corporal. Esta prueba utiliza los efectos térmicos de la radiación del teléfono.
Protección contra la radiación
En primer lugar, deshacerse de esos teléfonos dañinos si usted tiene uno. Cada vez que entra en contacto con él, usted recibirá un aumento de la cantidad de radiación.
- Proteger a los niños. Los niños son más susceptibles a la radiación, y esta puede causar problemas de conducta, emocionales, sociales, e hiperactividad.
- De noche si puede apagarlo mejor, si no puede, no coloque el celular encendido en su cama, bajo la almohada o en su mesa de luz, déjelo lo más lejano posible y con wifi apagado y reducirá la radiación.
- Evite llamadas largas de más de 5 minutos, hacer llamadas telefónicas sólo con buena señal o cobertura. Cuanto más débil es la conexión, más potencia está utilizando su teléfono y por lo tanto, más ondas peligrosas pueden penetrar en su cuerpo, incluso más profundamente.
- No lleve el teléfono en su cuerpo. Evite poner el teléfono en el bolsillo, en el cinturón o el sostén como la mujer con cáncer del estudio anterior. Contra menos capas haya entre usted y su teléfono, más radiación entrará en contacto con su cuerpo.
- Mantenga su teléfono a 15 centímetros de su cuerpo cuando está usándolo. Este perímetro es la zona más peligrosa de la radiación. Manténgase alejado.
- No use su celular mientras lo está cargando, aparte de generar más radiación, corre el riesgo de que le explote, dañando irreversiblemente alguna extremidades de su cuerpo como brazos y manos, peor aún su cara, oídos y ojos.
- Use auriculares o altavoces blindados.
Iríamos demasiado lejos si fueramos capaces de renunciar a los teléfonos en su totalidad. Sin embargo, usándolos sabiamente puede evitarnos una radiación innecesaria.
Actualizado el: 09/03/2017Leído por: 6.040 usuarios